Desarrollo de personas y equipos para alcanzar metas ambiciosas
Vivimos en una vorágine de cambio y nuevos retos altamente exigentes, que pueden crear confusión en la organización y en las personas si no se gestiona adecuadamente.
Nos gustaría destacar algunas circunstancias que se dan en este entorno, y que conviene no pasar por alto:
- La dimensión del reto excede con frecuencia de las capacidades individuales,
- La exigencia del entorno puede dar lugar a ansiedad y fricciones entre las personas y/o entre departamentos en la organización, que dificulten las relaciones,
- Ante la premura y frecuencia de los cambios, si no relacionamos la necesidad de cambio con la estrategia, y no anclamos este continuo fluir en la cultura de la empresa, podemos caer en un modelo de volatilidad sin rumbo: cualquier destino es bueno si no sabemos a dónde queremos ir.
Entrenar a la organización en el modelo de Equipos de Alto Desempeño (o Equipos de Alto Rendimiento) ayudará a alcanzar resultados extraordinarios. ¿Qué características tienen los Equipos de Alto Desempeño?:
- Cuenta con objetivos claros. Es fundamental entender el “Para qué” del equipo, desplegando herramientas y dinámicas para alinear voluntades y crear una visión compartida.
- Fomenta la confianza, y un clima emocional positivo.
- Mantiene un nivel de comunicación efectiva, practicando la escucha activa y la asertividad.
- Existe un modelo de liderazgo situacional: el líder es capaz de entender las necesidades del equipo en cada momento, y transitar por distintos modos de liderazgo para ofrecer control, supervisión, apoyo, delegación o coaching.
- Reconoce y aprecia la diversidad: cada persona pone al servicio del equipo capacidades distintas. La suma de capacidades aportadas por todas las personas es superior a la que aportaría cualquier miembro de forma individual.
- Define roles y responsabilidades. Cada persona se compromete con el equipo, y el equipo acepta una co-responsabilidad global.
- Gestiona eficazmente los conflictos, no los evita. El conflicto puede ser una fuente de riqueza, siempre que se centre en “la tarea” y no en “el ser”. Un Equipo de Alto Desempeño no evita el conflicto (conformismo), lo identifica y lo resuelve sin dañar la relación.
- Tiene capacidad para proponer y tomar decisiones. El Equipo debe tener un alto grado de autonomía respecto al objetivo que persigue.
- Favorece el feedback y el reconocimiento. Los miembros del equipo celebran los éxitos, y analizan las lecciones aprendidas.
- Se compromete con el resultado. El equipo toma conciencia con el grado de avance hacia el resultado esperado, analiza, pivota y toma decisiones para alcanzar el resultado, o aprender para futuras ocasiones.
Potenciar el modelo de Equipos de Alto Rendimiento aporta otra ventaja muy interesante, especialmente en momentos de dinamismo del mercado laboral: alimenta el sentimiento de pertenencia y la vinculación de los profesionales con la organización.
¿Te gustaría conocer más de este modelo? ¿Quieres saber por dónde empezar? Desde Noralde te ayudamos a desplegar el modelo de Equipos de Alto Desempeño, para alcanzar resultados extraordinarios.
“Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos”, Ray Kroc